martes, 19 de marzo de 2013

Familia

     En momentos uno cree en estructuras concretas e invariantes, tal podría ser la familia como la conocemos, lo que es un grupo de individuos que se relacionan por lazos sanguíneos, aunque esto podría estar parcialmente errado, hay elementos de estas relaciones interpersonales que pueden ser establecido por la costumbre y fenómenos de apego, aun así delimitar a la familia como un grupo de individuos pre-establecido y cuasi-estructurado es errar garrafalmente. Algunas personas coloquialmente dirían "la familia que uno elige son los amigos" yo aprobaría esta hipótesis  pero en esta vida nada es eterno, en algún momento la energía se consume y el movimiento se acabo, en este caso igual puede ocurrir con las amistades, en donde el fin no es necesariamente catastrófico  sino la muerte de uno de los individuos, que hace fluir la esencia en otros niveles y sentidos mas elevados.

     Aun así en este momento de la vida e encontrado un camino diferente en donde un sentido de comunión, donde la comprensión de la vida trasciende los sentidos banales propuestos por la sociedad occidental en donde el que acumula mas es el mejor y el que no fracasa. A lo que me refiero es al Budo de la Bujinkan, en donde todos los individuos se centran en un estudio y alegría que no se equipara a muchas cosas, en donde la posibilidad de ser uno mismo ayuda a mejor tanto a uno como a impregnar a los demás con un espíritu de pro-actividad y creatividad. En esta "familia" uno podría pensar que un sensei, soke o "profe" puede ser una figura a la que uno debe temer como en los sistemas jerárquicos comunes, pero para mi toma una arista diferente, en el sentido de que e aprendido que la jerarquía es solamente una responsabilidad, en donde el conocimiento en cierta posición da atribuciones, pero aun mas responsabilidades, en casos puntuales por los demás alumnos del dojo. En mi caso Muhenko Dojo me a hecho crecer como persona y cambiar, ser mas responsable por las labores que han derogado en cada uno de nosotros, pero de igual manera e aprendido a ser humilde a pesar de haber adquirido algo que podría alimentar un ego enajenado en pro de un narcisismo, esto no a ocurrido, e aprendido a callar cuando se debe y a hablar cuando creo tener algo para entregar a quienes me entregan su mejor disposición tanto dentro como afuera del tatami de entrenamiento, esa es la que siento mi familia. 

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