domingo, 8 de julio de 2012

El joven zorro de los Pastizales

Cuando uno sueña es probable que el mundo se te entregue a tus pies o te absorba, toda opción es valida en realidad, pero lo a pasado en los limites colindantes de mi mundo onírico a sido peculiar, en este soy un joven tal cual como lo soy hoy en día, pero cargo con un gran bolso, mi cuerpo me pesa y no me puedo mis piernas con facilidad como para correr o salir de situaciones adversas; de hecho en el ultimo fragmento que me esta rondando la mente iba caminando por un campo con 2 amigas y 1 amigo,  en donde iba recorriendo un paisaje, bastante familiar pastos verdes-amarillentos, arboles con un intenso color de hojas verdes puros, un cielo con tonalidades celestes y azules, mientras que las nubes brumosas y largas se presentaban entre amarillo y blanco paseando con el cielo, un sol radiante atacaba a los mortales que iban intransigentes sin destino alguno, pero los bondadosa arboles les protegían del mal augurio. 
En base a esto los jóvenes iban caminando los acompañaban 4 perros que en verdad no se, porque ni cuando ni como aparecieron (y menos con que intenciones), pero tenían caras bondadosas y juguetonas. En fin luego de eso decidieron caminar tranquilamente por un sendero que había, por donde pasaban vacas, caballos y autobuses que normalmente uno ve en la ciudad adaptados para el ambiente en el cual se desarrollaba, también otros vehículos bastante maltrechos que eran entre una carreta con un pequeño motor y también llevado por perros o los animales que se viera delante de ello (Un perro salchicha por ejemplo que en verdad es bastante raro). Entonces los aventureros iban en una marcha tenían que llegar a un destino que no conocían, trataban de ser llevados por los demás viajeros por el sendero, pero gran mayoría se negaba, hasta que una mujer, una adulta joven un algo robusta les deja subir a su "carroza" les dice algo como :
- Solo los puedo llevar hasta pasado el puente
A lo que una de las aventureras responde:
- Algo es algo, muchas gracias
En base a esto se suben a la destartalada carroza, con algo de esfuerzo y siguen el camino, con esto van apreciando el alrededor que a medida que avanzan los arboles se transforman de manera maravillosa, como si la energía vital del planeta fuera dando un pulso del destino de los jóvenes, en eso la inclemencia del calor y el aire seco, hace que a los viajeros les de Sed, con la única idea de que deberían buscar algo de donde sacar agua, pasado el puente agradecen a la joven robusta y se bajan, buscan en los alrededores algo de sombra para soportar el calor, en eso encuentran unos arboles que se juntan de manera arqueada dando una  temperatura agradable y tenue, en eso, en el mismo lugar donde están, encuentran una llave industrial, sorprendidos de esto (pero aun mas sedientos) deciden tratar de abrirla, el joven y mas débil corporeamente trata de ver si tiene un mecanismo, mientras que la señorita alta y flaca decide tomar los hechos con prepotencia y golpea la llave con un objeto contundente, al hacer esto todo se pone extraño el agua que brota, hace que se genere un pequeño arcoiris y los colores de las cosas vivas alrededor cambien, el lugar se vuelve sombrío y tétrico, empieza a ser como constrictor para los jóvenes caminantes, a lo cual escuchan los ladridos de los perros y ese vórtice de sensaciones oscuras se detengan, aparecen los mismos perros de un comienzo alegres y afables, con esto salen de este tétrico lugar, se sienten refrescados y aliviados (y están muy mojados, pero hace un calor inexorable), deciden seguir su camino, a lo lejos ven un autobús,un autobús urbano como los que recorren Concepción, lo ven a lo lejos, esta como detenido entre el y ellos hay unos 300 metros, deciden correr desesperadamente, saltan una pequeña cerca que cuidaba un hermoso pastizal de un verde intenso, con lo cual aparece un señor con bigote diciendo:
- Esos pastos no se pueden pisar
A lo cual los jóvenes miran un poco tristes y sintiendo la vida de los pastos se sienten un poco culpables, pero no detendrá sus ansias de llegar a "destino", con lo cual deciden correr con sus pesados bolsos hasta el autobús y subirse, todos corren velozmente, excepto el joven mas débil corporeamente, a lo cual su unica reacción es tratar de ayudarse a correr con las manos y lo logra, corría cual zorro entre los pasos con esa tenue brisa de un atardecer de verano.
Luego de esto todo se volvió un algo difuminado e incomprensible y me desperté.

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